Caminando por la cornisa
La economía es una cuestión de confianza, la confianza puede ser alterada por una profecía y esa profecía puede autocumplirse si masivamente se cree en ella.
¿Por qué se redujo la producción de autos en octubre de 2008 en Argentina?
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1055732
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1055732
¿Acaso ya hay gente que no está cobrando sus sueldos?, ¿acaso algún banco en argentina ha sufrido falta de liquides y ha negado la libre disponibilidad de los depósitos de sus clientes?, ¿acaso se modificaron los costos en tal magnitud que ya no es posible comprar un auto para quien si lo era un mes atrás?
Nada de esto ha pasado.
Entonces, o las automotrices se están adelantando a lo que vendrá para no quedarse con un sobre stock, “GM resolvió suspender la actividad en su fábrica de Alvear por una semana (desde el 27 de este mes) "para hacer un ajuste de inventario y reducir la producción a las nuevas expectativas de crecimiento", explicaron fuentes de la compañía.” (párrafo de la nota del diario La Nación) o los consumidores dejaron de comprar convencidos de que verán caer sus ingresos y lo que hoy ahorren pueda servirles para comer más adelante.
También cabe la posibilidad de que por razones similares se haya reducido la demanda del exterior.
En cualquier caso, lo único que están haciendo es aportar al autocumplimiento de la profecía.
Están pensando en forma individual, están tomando la peor actitud que puede tomarse ante una situación adversa, están buscando la forma de salvarse, están pensando en si mismos antes que en el conjunto.
Mucho cuidado habría que prestar a no transmitir un mensaje de miedo, un mensaje desalentador que pueda terminar siendo un bumerán que nos golpee con tanta o más fuerza como con la que lo hemos lanzado.
La economía está interconectada a nivel mundial y es imposible plantear la nuestra como una isla.
Hoy salvarnos, salvarme y salvarlos son sinónimos, son un mismo concepto que no puede separarse. Lo único que nos permitirá minimizar el impacto de este cambio en el orden mundial es la solidaridad, la imaginación y la creatividad para encontrar otras formas de salvarnos con todo el contenido inclusivo del nosotros.
Pretender vivir con y de lo nuestro sería un gran error, presionar psicológicamente para que la masa lo haga es encender la mecha de un explosivo temible.
Cierro los ojos y pienso durante un minuto “vivir con lo nuestro”, irresistible…
Si nuestro mensaje es que lo exterior nos va a dañar, que nos va a dejar en la miseria, que va a llevarse nuestros trabajos y nuestra salud, solo estaremos alimentando la xenofobia.
De pensar que un producto importado es el enemigo a pensar que un extranjero residente también lo es hay solo un paso y de esa idea al linchamiento de los empresarios que contratan extranjeros debe haber dos o tres pasos más.
Cuanto más moderado, más productivo y valiente sería enviar un mensaje inverso. Un mensaje de esperanza, un mensaje que en lugar de arrojar la primera piedra, aporte el primer ladrillo de contención, de compromiso y respaldo.
En lugar de “SOCORRO, salvame o te hundo! ”, un “Tranquilos, viene la tormenta, pero estamos juntos para soportarla. Yo te voy a sostener”
Responsabilidad Social Empresaria, hagamos que deje de ser un astuto argumento de Marketing y mostremos que estamos comprometidos con el bienestar general.
A menos que no haya entendido bien y que lo único que queramos sea aprovechar la oportunidad que toda crisis pone a disposición para sacar una tajada a nivel personal o sectorial, en cuyo caso se me ocurren varias maniobras para lograr una buena posición de presión.
Si queremos resultados diferentes, hay que animarse a hacer cosas diferentes. Si hacemos lo mismo, ya sabemos que obtendremos.
¿Corto o largo plazo?, ¿golpe de efecto o acción?
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