Por donde pasa la vida
Recoge tus lágrimas, cada una vale un recuerdo
Dejalas recorrer las mejillas, lechos suaves y profundos
Que guardan tus secretos, tristezas y alegrías
De niño las regamos en cada rincón
Del pecho de nuestra madre, buscando contención
El desconsuelo de la ausencia
Adolecentes, como cauce desbordado
Lágrimas que no se explican, se desprecian
De reproche e incomprensión, buscando explicaciones
Lágrimas perdidas, por el tiempo
Insondables misterios, arraigados en la arrogancia
Que solo el tiempo desastilla y las lágrimas bruñen
Con nostalgia, mejillas surcadas de tiempo
Como valles serpenteantes, dilatan la partida
Buscando retener, el recuerdo olvidado
Maternal, arrumacos y caricias
Perdidas, ausentes y negadas, derivan
Incomprensible ausencia, final.
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