Braabraabraabra

Hay que cuidar las palabras, por si solas no son nada y muy difícil es el arte de ordenarlas.

Quien mal lo haga no causará otro daño que un aburrimiento infinito.

De por si difícil, el arte empeora día a día, ya que instante a instante se reducen las combinaciones nunca escritas.

Pero cuando en forma irresponsable se las repite incesantemente, se las usa y abusa para buscar una justificación, las palabras se defienden, abandonando su sentido, convirtiéndose en un cascarón vacío.

Constitución, articulo 14, institucionalidad, derecho, congreso, corte, soja, oposición, historia, diputado, dirigente, entidad, lock out, patronal, golpe, golpista, desestabilización, paro, congreso, sojisación, diputado, constitución, reclamo, inconstitucional, trigo, carne, desabastecimiento, piquete.

Hay que reconocerlo, uno no sabe dónde está la verdad, pero el sentido común da algunas pistas.

Redistribución, hospitales, la mesa de los argentinos, todas ideas loables y plausibles, pero tan mal explicadas y sobre todo tan mal implementadas que sin que el campo abriera la boca ya sonaban sospechosas.

¿Acaso se puede cosechar trigo de un campo sembrado con soja?

Si la medida no es fiscalista (o, peor aun, amiguista como se está insinuando), si realmente busca equilibrar la producción agraria, ¿qué sentido tiene aplicarla sobre una cosecha en marcha?

Si el campo tiene una economía informal, ¿eso habilita a saquearlo?. Lo clandestino ¿hay que combatirlo o aplicarle una retención?.

¿Es posible que hayamos vivido esto sólo para no demostrar debilidad?, soy ingenuo, pero creer que esto requeriría más que eso.

No tengo ningún interés directo, ni siquiera de décimo orden, con el campo. Estuve en Rosario porque entendí que era la forma de decir “basta, no somos estúpidos”.

Así como el que siembra soja obtiene soja, a la gente de campo le diría que el que vota populismo obtiene populismo. Y, como la siembra, la democracia tiene sus tiempos.

Los cortes, salvajes, primitivos. No se puede responder a la irracionalidad con más irracionalidad. Si así lo hiciéramos sólo cabría esperar la anarquía que sin lugar a dudas traería infinitamente más desgracias y perjuicios que cualquier ley.

100 días, 300 cortes, 1.000 idas y vueltas, 10.000 manoseos, 300.000 manifestantes, 1.000.000 de agresiones, 45.000.000 de impotentes, ninguna idea superadora.

No me gusta lo que veo, pero sé que no he hecho nada para que la realidad sea distinta. Sobrevivimos casi 200 años, podremos soportar otros 10 o 20 más. Empecemos hoy a construir un futuro distinto. Empecemos a participar.

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